02 diciembre, 2008

"Los abrazos rotos", el nuevo film de Almodóvar ya está en la sala de montaje

He de reconocer que siento cierta debilidad por Pedro. Siempre me ha parecido un valiente y no me refiero precisamente a los temas que ha tratado en sus guiones, que sin duda buena dosis de valentía atesoran. Mi admiración es mucho más formal. Cuando allá por comienzos de siglo yo estaba en la facultad (qué raro suena esto), recuerdo que mi profesora de narrativa audiovisual nos mostraba la obra de este director como si de un objeto de culto se tratase. Por aquel entonces Almodóvar era un personaje que me caía simpático y sus películas me parecían bastante entretenidas, pero poco más. Tuve que estudiar mucho cine y, sobre todo, analizar un buen número de películas para comprender la genialidad del manchego. Su magistral planificación, la estudiadísima iluminación, su perfecta y atrevida composición en cada uno de los planos, el color... todo lo que encontramos en cada una de sus películas es obra de un absouto genio. Si tenemos en cuenta que, a diferencia de otros destacados directores, Pedro se erigió como autodidacta (él no venía de ninguna escuela de cine), el mérito es aún mayor.

Dentro de pocos meses saldrá a la luz su último trabajo, "Los abrazos rotos", título en el que contará una vez más con su adorada Penélope Cruz y con otros nombres de peso (algunos ya habituales) como Blanca Portillo, José Luis Gómez, Lluís Homar, Chus Lampreave o Ángela Molina.

La pregunta que me surge esta vez (con cada estreno esperado a mí siempre me surgen preguntas) es la siguiente: ¿Este título supondrá un paso más en la carrera "madura" de un Pedro Almodóvar cada vez más "comercial" o en cambio volverá a mostrarnos aquel derroche de originalidad que tenía en sus comienzos y que podíamos encontrar en títulos tan inolvidables como "Mujeres al borde de un ataque de nervios"?

Pedro creó todo un universo propio, un estilo inimitable que le hizo llegar donde llegó y que los americanos (una vez más) supieron valorar más que sus propios compatriotas. "Todo sobre mi madre" fue un claro ejemplo de hasta dónde podía llegar ese talento. En sus últimos títulos, en cambio, poco encontramos de aquel Almodóvar. "Volver" me gustó, y mucho además, pero ahí no encontré al Pedro que estudié durante la carrera. Espero que este título sirva para que el manchego se reconcilie con aquellos que admirábamos la originalidad de sus comienzos, aunque para ello tenga que volver a trabajar con Rossy de Palma.

Místico
01/12/2008

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