LA LISTA DE SCHINDLER
La extrema dureza de un título poético
Hablar de "La lista de Schindler" no es una empresa fácil, como tampoco lo es juzgar esta película de un modo objetivo cuando lo que se narra en ella nos llega del modo que lo hace ésta. Muchas han sido las películas que nos han contando, con un mayor o menor acierto, la dureza vivida en los campos de concentración y exterminio judío y todas ellas, a poco que se esforzaron, consiguieron tocarnos la fibra más sensible. Y es que hablamos de un capitulo tan grotesco de nuestra historia, tan absolutamente espeluznante, que no resulta difícil arrancarnos una lágrima a poco que nos esbocen cuatro líneas de lo allí sucedido.
"La lista de Schindler" es por tanto una película dura (durísima), que nos arranca la lágrima en multitud de ocasiones al tiempo que consigue ponernos los pelos de punta en tantas otras. Hasta aquí nada extraordinario. Y es que si a pesar de ello, su único mérito hubiese sido éste, la cinta no merecería mayores atenciones. Sin embargo cuando hablamos de "La lista de Schindler" estamos hablando de una obra maestra y es que el genio de Steven Spielberg, pese a ser judío y sentir esta película como pocos otros podrían sentirla, no se conformó sólo con eso. Tomando muchos riesgos (merecido reconocimiento a la valentía de presentar un metraje de más de tres horas de duración y en blanco y negro), Spielberg nos mostraba toda una obra poética que encumbraba y homenajeaba la figura de Oskar Schindler como pocas veces se había hecho, presentándolo como una de las pocas almas vestida de piel nazi donde aún latía un corazón humano. Su desgarradora banda sonora, su impactante lenguaje simbólico (aquella niña del vestido rojo que Schindler ansiaba salvar en el cartel de esta película), el poder de las miradas de Liam Neeson y Ralph Fiennes (nunca tan geniales como en esta cinta), la indiscutible fuerza del blanco y negro, la absoluta visceralidad de una parte final que nos encogía el corazón para siempre... Tantos momentos para recordar, tantas instantes memorables, tanta sensibilidad y respeto en cada una de sus delicadas secuencias que es de recibo encumbrar este título más allá de su merecido Oscar a la mejor película. ¡Enhorabuena, Spielberg!
La extrema dureza de un título poético
FICHA TÉCNICA
Título original: Schindler's list
Dirección: Steven Spielberg
País: Estados Unidos
Año: 1993
Duración: 195 min.
Género: Drama, histórico, bélico, biográfico
Reparto: Liam Neeson, Ben Kingsley, Ralph Fiennes, Caroline Goodall, Jonathan Sagall, Embeth Davidtz, Malgoscha Gebel, Shmuel Levy, Mark Ivanir, Béatrice Macola
Productora: Universal Pictures, Amblin Entertainment
Fotografía: Janusz Kaminski
Guión: Steven Zaillian
Montaje: Michael Kahn
Música: John Williams
Sinopsis: "La lista de Schindler" es un devastador relato sobre el Holocausto judío, sobre la tragedia vivida por millones de seres humanos en los campos de concentración desde la perspectiva de un industrial nazi.
Oskar Schindler, reputado hombre de negocios y amigo de las altas esferas alemanas, se adentra en el horror de los campos de exterminio una vez decide buscar beneficios de las ayudas que los nazis pueden darle a una de sus empresas. Una vez conoce el horror por el que millones de seres humanos tienen que atravesar en los campos de exterminio, decide involucrarse en su ayuda y, gracias a innumerables sobornos, salvar la vida de más de un millar de hombres y mujeres de una muerte segura.
CRÍTICA MÍSTICA
Hablar de "La lista de Schindler" no es una empresa fácil, como tampoco lo es juzgar esta película de un modo objetivo cuando lo que se narra en ella nos llega del modo que lo hace ésta. Muchas han sido las películas que nos han contando, con un mayor o menor acierto, la dureza vivida en los campos de concentración y exterminio judío y todas ellas, a poco que se esforzaron, consiguieron tocarnos la fibra más sensible. Y es que hablamos de un capitulo tan grotesco de nuestra historia, tan absolutamente espeluznante, que no resulta difícil arrancarnos una lágrima a poco que nos esbocen cuatro líneas de lo allí sucedido.
"La lista de Schindler" es por tanto una película dura (durísima), que nos arranca la lágrima en multitud de ocasiones al tiempo que consigue ponernos los pelos de punta en tantas otras. Hasta aquí nada extraordinario. Y es que si a pesar de ello, su único mérito hubiese sido éste, la cinta no merecería mayores atenciones. Sin embargo cuando hablamos de "La lista de Schindler" estamos hablando de una obra maestra y es que el genio de Steven Spielberg, pese a ser judío y sentir esta película como pocos otros podrían sentirla, no se conformó sólo con eso. Tomando muchos riesgos (merecido reconocimiento a la valentía de presentar un metraje de más de tres horas de duración y en blanco y negro), Spielberg nos mostraba toda una obra poética que encumbraba y homenajeaba la figura de Oskar Schindler como pocas veces se había hecho, presentándolo como una de las pocas almas vestida de piel nazi donde aún latía un corazón humano. Su desgarradora banda sonora, su impactante lenguaje simbólico (aquella niña del vestido rojo que Schindler ansiaba salvar en el cartel de esta película), el poder de las miradas de Liam Neeson y Ralph Fiennes (nunca tan geniales como en esta cinta), la indiscutible fuerza del blanco y negro, la absoluta visceralidad de una parte final que nos encogía el corazón para siempre... Tantos momentos para recordar, tantas instantes memorables, tanta sensibilidad y respeto en cada una de sus delicadas secuencias que es de recibo encumbrar este título más allá de su merecido Oscar a la mejor película. ¡Enhorabuena, Spielberg!
Y eso que venía de rodar Parque Jurásico...
Místico
Místico
29/04/2012
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