Una película hecha a medida
FICHA TÉCNICA
Título original: My best friend's wedding
Dirección: P.J. Hogan
País: Estados Unidos
Año: 1997
Duración: 105 min.
Género: Comedia romántica
Reparto: Julia Roberts, Dermot Mulroney, Cameron Diaz, Rupert Everett, Philip Bosco, M. Emmet Walsh, Rachel Griffiths, Carrie Preston, Susan Sullivan
Productora: TriStar Pictures, Predawn Productions, Zucker Brothers Productions
Fotografía: László Kovács
Guión: Ronald Bass
Montaje: Garth Craven, Lisa Fruchtman
Música: James Newton Howard
Presupuesto: 46.000.000,00 $
Sinopsis: Michael (Dermot Mulroney) va a casarse con Kimberly (Cameron Diaz). Por esta razón se pone en contacto con su mejor amiga, Julianne (Julia Roberts), de la que años atrás estuvo totalmente enamorado, para invitarle a la boda, una boda por todo lo alto que se celebrará en apenas cuantro días.
La noticia coge por sorpresa a Julianne, quien viaja directamente hasta Chicago para yudar con los preparativos. Sin embargo Julianne viaja con otro objetivo dentro de su maleta: va firmemente decidida a detener la boda y robarle el novio a Kimberly.
Apenas quedan unos pocos días para la celebración de la boda y Julianne tendrá que poner en juego todas sus cartas para acabar con la relación y separar para siempre a los felices novios.
CRÍTICA MÍSTICA
Ésta fue una de las películas más apropiadas para el lucimiento de Julia Roberts, un título de 1997 hecho a la absoluta medida de la megaestrella del momento que, como no podía ser de otro modo, "la novia de América" no dejó escapar.
"La boda de mi mejor amigo" es una comedia romántica un tanto extraña. Y es que en esta cinta (y no creo que a estas alturas estropee el final a nadie) la "chica" no sólo no termina con el "chico", sino que además la protagonista de la historia, a través de la cual vivimos toda la trama, es en este caso la "mala" de la misma. Un punto de vista ciertamente original que supuso el reencuentro de Julia Roberts con un género al que debía tanto y que nunca en un título como en éste ("Pretty Woman" aparte, claro) se había lucido de un modo tan acertado. Aquella melena rojiza y rizada que tanto había enamorado a Richard Gere volvía ocho años después a encandilar a millones de fans repartidos por todo el planeta. Y lo hacía acompañada de unos actores que, aunque en cierto modo estaban eclipsados por ella, supieron estar a su altura. El que más juego dio fue Rupert Everett. El personaje de amigo gay de la heroina resultaba de un peso tal que trascendía el concepto de personaje secundario, un divertidísimo segundo partenaire de la Roberts que dejaba explotar toda la vis cómica que atesoraba el actor inglés. Cameron Díaz, en su papel de adorable novia del protagonista, nunca resultó tan encantadora en ninguna cinta (como diría el propio personaje de Julia Roberts en este film: "Si no tuviese que odiarla, la adoraría") y Dermot Mulroney demostraba con este título que no sólo Richard Gere poseía aquella química tan brutal con la protagonista de "Elegir un amor".
Una historia divertidísima, con unos personajes más divertidos aún y una canción para el recuerdo... ¿A quién no le ha venido alguna vez a la cabeza aquel "I Say a Little Player (For You)" cuando estaba aburrido sentado a la mesa?
Místico
"La boda de mi mejor amigo" es una comedia romántica un tanto extraña. Y es que en esta cinta (y no creo que a estas alturas estropee el final a nadie) la "chica" no sólo no termina con el "chico", sino que además la protagonista de la historia, a través de la cual vivimos toda la trama, es en este caso la "mala" de la misma. Un punto de vista ciertamente original que supuso el reencuentro de Julia Roberts con un género al que debía tanto y que nunca en un título como en éste ("Pretty Woman" aparte, claro) se había lucido de un modo tan acertado. Aquella melena rojiza y rizada que tanto había enamorado a Richard Gere volvía ocho años después a encandilar a millones de fans repartidos por todo el planeta. Y lo hacía acompañada de unos actores que, aunque en cierto modo estaban eclipsados por ella, supieron estar a su altura. El que más juego dio fue Rupert Everett. El personaje de amigo gay de la heroina resultaba de un peso tal que trascendía el concepto de personaje secundario, un divertidísimo segundo partenaire de la Roberts que dejaba explotar toda la vis cómica que atesoraba el actor inglés. Cameron Díaz, en su papel de adorable novia del protagonista, nunca resultó tan encantadora en ninguna cinta (como diría el propio personaje de Julia Roberts en este film: "Si no tuviese que odiarla, la adoraría") y Dermot Mulroney demostraba con este título que no sólo Richard Gere poseía aquella química tan brutal con la protagonista de "Elegir un amor".
Una historia divertidísima, con unos personajes más divertidos aún y una canción para el recuerdo... ¿A quién no le ha venido alguna vez a la cabeza aquel "I Say a Little Player (For You)" cuando estaba aburrido sentado a la mesa?
Místico
04/04/2012
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