17 marzo, 2010

"Shutter Island": El brillante delirio de Martin Scorsese

Desgraciadamente son cada vez menos las ocasiones en las que uno sale realmente satisfecho de la proyección de una película. Más contadas aún aquellas en las que un título te deja inquieto, te hace reflexionar sobre buena parte de lo que has visto o elaborar un sinfín de teorías en torno a su propio metraje. Martin Scorsese ha logrado con "Shutter Island" mucho de todo esto. Y lo ha conseguido gracias a una cinta exquisitamente tratada e inteligentemente construída, donde giros argumentales, dobles lecturas, flasbacks y un interesante final abierto se convierten en la piedra angular sobre la que se levanta toda la historia. Y es que hablar de "Shutter Island" es hacerlo de una inteligente construcción donde la ambientación, los personajes y el propio guión terminan conformando una inmensa tela de araña en la que el espectador está condenado a caer en innumerables ocasiones.

En "Shutter Island" nada es lo que parece. Y esa sensación la tenemos casi en el momento de cruzar sus puertas por vez primera. Una institución en la que resulta difícil mantener la cordura, tan difícil como distinguir aquello que es real de lo que simplemente no lo es. Entrar en "Shutter Island" es convertirse en un paciente más, es inundarse de delirios y paranoias que no hacen más que oscurecer nuestro ansia de ver la luz. Un logrado resultado que sólo se consigue cuando el que está detrás de la cámara lleva un apellido como Scorsese, cuando sabe respaldarse de unos buenos actores pero, muy especialmente, cuando la base sobre la que se levanta la cinta (la novela de Dennis Lehane) posee la fuerza de la misma.

Es posible que sobren algunos momentos, vease el excesivo uso que en ocasiones hace de las alucinaciones de un correctísimo Leonardo DiCaprio, así como también la recurrente utilización de algunos tópicos del cine de género (isla incomunicada o lluvia interminable), pero cierto también es que el clima conseguido en toda la película resulta tan brillante que estos abusos pasarían a formar parte de lo ciertamente "perdonable".

Un título que respira aire de clásico y que engrandece la filmografía de un Martin Scorsese no demasiado experimentado en este género, pero que aprueba con sobresaliente su incursión en el mismo. Absolutamente recomendable desde cualquier punto de vista.

Místico
17/03/2010

2 comentarios:

Gabriel dijo...

Tomamos nota, que hoy en día es complicado encontrar una cinta que te diga algo y entretenga. A lo mejor incluso encuentro una reconciliación con DiCaprio.

¡Muchas gracias por la recomendación!

Anónimo dijo...

Tengo ganas de verla... y nadie ha querido ir a verla conmigo :(
intenté verla por internet, pero duré un minuto con ella puesta, era una pequeña tortura con esa calidad :p

Imagino que tendré que esperar un tiempo a que salga en dvd... o alguien me acompañe a verla!!