Rompiendo una lanza a favor de Penélope

Han pasado ya unos cuantos años desde que nuestra Pe abordase el mercado americano y, si somos sinceros, pocos confiábamos en las posibilidades que en el mismo presentaba la chica. Por aquel entonces aún estábamos sorprendidos por lo que Antonio Banderas había logrado en aquellas tierras y muchos dudábamos que algo así pudiese ser repetido con algunos de nuestros actores patrios. Lo latino aún no estaba tan de moda y era inimaginable el coqueteo que años después los nuestros tendrían con el mercado anglosajón. Javier Bardem ya había sorprendido a todos con una nominación al Oscar por su soberbia interpretación del novelista Reinaldo Arenas en la floja "Antes que anochezca", pero había dejado claro que su objetivo no era Hollywood, llegando a rechazar incluso una oferta del mismísimo Steven Spielberg, por lo que Banderas y Bardem aparte, el panorama restante resultaba absolutamente desolador. Y es que... ¡qué lejos estaban los trabajos de nuestra Sara Montiel en producciones "extranjeras"!

Con todos estos antecedentes una cosa estaba clara, Penélope Cruz no lo tenía nada fácil. La otrora presentadora de "La quinta marcha" preparaba la maleta y se iba a hacer las américas importándole nada la mucha o poca confianza que sus compatriotas teníamos en ella. "Woman on top", "All the pretty horses", "La mandolina del capitán Corelli", "Blow" (quizá la más aclamada por la crítica) o "Gothika" fueron algunos de sus primeros trabajos en "tierras extrañas" y ninguno de ellos le reportó algo más que una cierta popularidad en revistas de moda, así como algún protagonismo dentro de la prensa rosa (concepto allí bastante distinto) por los supuestos romances con compañeros de reparto. El caso es que, aún sin destacar demasiado, los años pasaban y la chica seguía teniendo ofertas ¿Su relación con Tom Cruise le ayudó a ello? Posiblemente sí, pero algo más tenía que tener la de Alcobendas cuando años después hasta el mismísimo Woody Allen se fijaría en ella.

Los títulos y los romances se seguían sucediendo. Esta vez le tocaba el turno a "Sahara" y Matthew McConaughey y de nuevo ríos de tinta habrían de caer en torno a ello. Pocos eran conscientes entonces de que por encima de romances y de portadas, Penélope había participado en producciones internacionales mucho más modestas en las que había obtenido buenas críticas y excelentes reconocimientos (sirva de ejemplo su interpretación en la italiana "No te muevas"). Su nominación al David de Donatello había quedado eclipsada una vez más por historias ajenas a su trabajo. Parecía que la prensa estaba más interesada en hablar de sus novios y de sus "ex" que en sus logros profesionales.... Pero entonces llegó Pedro, el mismo nombre que ella había gritado hasta la extenuación cuando en el año 2000 abrió un sobre subida al escenario más glamouroso del planeta. Pedro Almodóvar confiaba en Penélope, la Penélope que enamoró en "La niña de tus ojos" y que había brillado en su propia "Carne trémula" por encima de todo el reparto, pese a su brevísimo papel, esa misma Penélope que meses después estaría nominada a un Oscar y en la que llegaría a confiar el prestigioso Woody Allen para darle el mejor personaje de su último proyecto en Barcelona. En esta cinta Penélope brillaba con luz propia, eclipsando a una carismática Scarlett Johansson y a un Bardem simplemente correcto.

Quizá ahora sea el momento de reconocer su valía, porque llegar es difícil, pero mantenerse lo es mucho más, y si no que se lo pregunten a las Aitana Sánchez Gijón, Paz Vega, Pilar López de Ayala y demás. Penélope se ha sabido mantener y no ha parado de mostrarnos su talento en producciones rodadas en castellano, inglés, francés o italiano (porque Penélope sí es una actriz INTERNACIONAL). Sería bueno reconocer esto... o bien seguir hablando de sus romances, porque a las televisiones y revistas esto último seguro que les dará más dinero...

Místico

20/11/2008