
Muchos atractivos para una convención de "mandamases" que quizá quedaron eclipsados ante una extraña propuesta que, ante el asombro de todos, surgió por parte de Amy Miles, la presidenta de una de las cadenas de cines más importantes de América (los Regal). La mujer, preocupada por la creciente bajada de espectadores en las salas americanas, lanzó un polémico consejo a los allí presentes: "Hay que permitir a los jóvenes que usen el teléfono móvil durante la proyección". Ella lo tenía claro. La razón por la que muchos adolescentes han dejado de acudir a las salas es porque en ellas "se sienten esposados" al no poder usar con libertad sus teléfonos.
Pero quizá lo más sorprendente de todo fue ver la reacción de Greg Foster, jefe de los cine IMAX, que no dudó ni un momento en ponerse del lado de Miles. Foster, que en la actualidad tiene un hijo de 17 años, confirmaba que a su hijo le molesta que no le dejasen usar el móvil en las salas, por lo que estaba de acuerdo en que flexibilizando esta norma, muchos jóvenes regresarían al cine. Esta polémica propuesta también fue respaldada por Jeff Blake, directivo de Sony Pictures.
Sin palabras, ¿verdad? Otra mala noticia que aún puede ser más dantesaca si cabe cuando uno escucha que, en el Reino Unido, algunos exhibidores empiezan a promover sesiones donde los espectadores, al igual que ya se hace en las televisiones de todo el mundo, pueden enviar sus mensajes directamente a la pantalla. Desde luego no puede ser más grotesco...
Vamos, que la idea que algunos hemos tenido a lo largo de nuestras vidas de acudir al cine como vía de escape para huir del mundo real, parece que tiene los días contados... como tantas otras cosas en este "estupendo" mundo de la globalización y las comunicaciones.
¡Bienvenidos al siglo XXI!
Místico
04/05/2012
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