"Complicaciones de una neumonía"; así concretaba la agencia de representación Hanson & Schwam las causas por la que ayer se marchaba uno de los directores de cine más significativos que aún conservábamos: Blake Edwards. El director de "Desayuno con diamantes", "El guateque", "10, la mujer perfecta" o "La Pantera Rosa", se marchaba a los 88 años desde el hospital de Brentwood acompañado en todo momento por su mujer, Julie Andrews, y dejando de lado una vida que le había confinado a una silla de ruedas los dos últimos años. No han faltado las palabras de elogio y agradecimiento para tan significativa figura: "Me dio algunas de las mejores oportunidades de mi carrera y no habrá nadie que le iguale. Personalmente, éramos amigos muy cercanos y fue realmente amable conmigo toda la vida". Eran palabras de Robert Wagner, uno de los actores de "La pantera rosa". Larry Hagman, por su parte, que coincidiera con Blake Edwards en "S.O.B.", declaraba: "Era genial trabajar con él. Era sencillo llevarse bien con él. Y permitía que los actores tuvieran su opinión". Steve Martin no dudaba en alabar el trabajo de Edwards dentro de su propio género: "Blake Edwards fue una de las personas que me hicieron amar la comedia. Lamento escuchar la noticia de su muerte".
Nunca ganó el Oscar de Hollywood, pese a ser nominado como mejor guionista por "Victor Victoria". En el año 2004, no obstante, la academia reconocía su trabajo entregándole finalmente el Oscar honorífico como premio a toda su trayectoria.
De carrera irregular, Blake Edwards nos ha dejado para la historia del cine no sólo un puñado de títulos imborrables, sino muy especialmente un conjunto de imágenes que difícilmente caerán algún día en el olvido. Curiosamente la más importante de todas ellas, aquella en la que una joven Audrey Hepburn se dejaba hipnotizar por el brillo de unos lujosos diamantes en el escaparate más famoso de la historia del cine, le llegó prácticamente de rebote, cuando John Frankenheimer abandonó el proyecto y dejó a Blake Edwards el camino libre para hacer historia.
Hoy, el mundo del cine lamenta su marcha.
¡Hasta siempre, Señor Edwards!
Místico
18/12/2010
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