
El reto era mayúsculo, sin embargo Rodrigo Cortés consigue salvarlo con cierta maestría manteniendo en todo momento el buen pulso

Un metraje destinado a romper la desidia de esos títulos que en los últimos años inundan nuestra cartelera, de una clara vocación "hitchcockiana" (prueba de ellos sus créditos iniciales) pero que, no obstante, comprende según avanza en su historia que tantas limitaciones han de ser en cierto modo limadas; suavizadas si se quiere evitar al menos que el desarrollo de la misma no se termine convirtiendo en un despropósito de altas aspiraciones. Lo vemos en ese ataud cuyas dimensiones parecen ir en aumento según avanzan los minutos de metraje, lo vemos también en esos personajes secundarios que van cobrando cada vez un mayor protagonismo con el fin de no simplificar en exceso una historia que podría ser carne de un brillante cortometraje. Y es que Quentin Tarantino ya nos demostró en "Kill Bill" que era posible contar una histori

"Buried (Enterrado)" maneja así mismo y no con poca maestría los miedos que inundan el subconsciente de cualquier ser humano (el miedo a ser enterrado vivo), y los lleva al terreno más actual de una Irak en contínua guerra, de un país donde el terrorismo se erige como la principal arma para asustar a unos ciudadanos civiles pasivos en cierto modo a las atrocidades de la contienda. Y todo ello apoyado por el buen trabajo de Ryan Reynolds, un actor que no sólo servirá de excelente reclamo en el mercado anglosajón (a la vista el record en número de copias que la cinta ha batido en Estados Unidos), sino que muy especialmente y gracias al sobreesfuerzo que realiza en la misma, se convierte en otro gran responsable de que "Buried (enterrado)" sea una de esas cintas que consigamos recordar varias semanas después de su estreno.
Ciertamente recomendable.
Místico
09/10/2010
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