09 octubre, 2010

"Buried (enterrado)": Un riesgo más que acertado

Ubicar a unos cuantos personajes en una misma localización y desarrollar toda la trama de una cinta en torno a ella no es algo en absoluto novedoso. Alfred Hitchcock ya nos demostró que cuando existen cosas que contar, lo de menos son los escenarios. Lo hizo en "Naufragos", cuando situaba a todos sus personajes en el interior de una pequeña balsa y años después volvería a repetirlo en "La soga", donde los protagonistas del film jamás abandonaban el interior de una misma habitación. La fórmula nunca despareció del todo y ya unas cuantas décadas más tarde, Vicenzo Natali volvería a repetirla en su recordada "Cube"; en esta ocasión era algo tan sencillo como un cubo el que marcaba los límites espaciales dentro de los cuales habrían de moverse los protagonistas de la historia. Sin embargo, lo que Rodrigo Cortés ha conseguido con "Buried (Enterrado)" supone la última vuelta de tuerca a esta fórmula clásica, una fórmula de resultado tan brillante como sin duda efectista, el "más difícil todavía" al desarrollar una trama de hora y media de duración en torno a un único personaje en plano (son varios los que se encuentran fuera de él) y en un espacio tan limitado como las reducidas dimensiones de un macabro ataud.

El reto era mayúsculo, sin embargo Rodrigo Cortés consigue salvarlo con cierta maestría manteniendo en todo momento el buen pulso y el correcto ritmo de una cinta que apenas muestra concesiones. Un Cortés al que no le tiembla el pulso a la hora de desarrollar una trama ciertamente arriesgada y que encuentra en su valiente arranque (un plano negro de casi un minuto de duración) la mejor presentación de esa envidiable valentía.

Un metraje destinado a romper la desidia de esos títulos que en los últimos años inundan nuestra cartelera, de una clara vocación "hitchcockiana" (prueba de ellos sus créditos iniciales) pero que, no obstante, comprende según avanza en su historia que tant
as limitaciones han de ser en cierto modo limadas; suavizadas si se quiere evitar al menos que el desarrollo de la misma no se termine convirtiendo en un despropósito de altas aspiraciones. Lo vemos en ese ataud cuyas dimensiones parecen ir en aumento según avanzan los minutos de metraje, lo vemos también en esos personajes secundarios que van cobrando cada vez un mayor protagonismo con el fin de no simplificar en exceso una historia que podría ser carne de un brillante cortometraje. Y es que Quentin Tarantino ya nos demostró en "Kill Bill" que era posible contar una historia similar pero sin teléfonos móviles y mantener el interés del espectador al menos durante unos cuantos minutos de metraje.

"Buried (Enterrado)" maneja así mismo y no con poca maestría los miedos que inundan el subconsciente de cualquier ser humano (el miedo a ser enterrado vivo), y los lleva al terreno más actual de una Irak en contínua guerra, de un país donde el terrorismo se erige como la principal arma para asustar a unos ciudadanos civiles pasivos en cierto modo a las atrocidades de la contienda. Y todo ello apoyado por el buen trabajo de Ryan Reynolds, un actor que no sólo servirá de excelente reclamo en el mercado anglosajón (a la vista el record en número de copias que la cinta ha batido en Estados Unidos), sino que muy especialmente y gracias al sobreesfuerzo que realiza en la misma, se convierte en otro gran responsable de que "Buried (enterrado)" sea una de esas cintas que consigamos recordar varias semanas después de su estreno.

Ciertamente recomendable.

Místico

09/10/2010

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