La historia de Gloria Frances Stuart, más conocida como Gloria Stuart podría en cierto modo asemejarse al personaje que tanta fama le dio allá por la década de los 90. Una actriz consagrada en su juventud, con más de 4o películas protagonizadas e importantes títulos en su haber ("El hombre invisible", "El caserón de las sombras" o "Un beso ante el espejo") que un buen día optaba por abandonar su carrera (en la que aún así no había conseguido alcanzar el estrellato) para dedicarse de lleno a una de sus grandes pasiones: la pintura. Una mujer que había optado por una vida tranquila en su madurez porque ésta, a fin de cuentas, quería que se narrase a su modo y no como desde fuera parecían dictarle los demás. Cuarenta años retirada del mundo del cine, cuarenta años en los que tan sólo hizo aparición en algunas producciones para la televisión tras 30 años de absoluto silencio. Sin embargo, ya en la década de los 80, Gloria Stuart se planteaba regresar de nuevo. Fue en el año 1982 en la película "Mi año favorito" cuando pudimos ver a la otrora actriz de la Universal y la 20th Century Fox en su esperado regreso. Habrían de pasar aún 15 años más para que esta vuelta se viese del todo recompensada. Y lo hizo con creces, cuando a mediados de la década de los 90 James Cameron le confiaba el papel de Rose DeWitt en su etapa anciana. Un gesto que grabaría p
ara siempre el nombre de Gloria Stuart en la historia del séptimo arte, cuando éste aparecía entre los créditos de una película destinada a hacer historia; la inolvidable "Titanic". Una nominación al Oscar, otra a los Globos de Oro y el Premio del Sindicato de Actores como mejor actriz secundaria por dicho papel ponían el broche de oro a su intermitente carrera. Ahora Gloria Stuart nos dice adiós, y nos lo dice a la edad de 100 años (uno menos del que tenía el personaje más importante de toda su carrera) tras cinco años de lucha contra un cáncer de pulmon. En el recuerdo quedarán para siempre algunas de sus películas. Yo, por la generación a la que pertenezco, siempre la visualizaré con los pies descalzos, subida a aquella barandilla de barco y arrojando al mar el collar que tantos secretos le había guardado. Ahora Gloria se marcha como lo hiciese el famoso colgante, sumergida en un mar de inmortales e inolvidables recuerdos...
D.E.P.
Místico
29/09/2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario