No pudo alzarse con premio a la mejor película, pero los dos galardones recogidos ayer por Álex de la Iglesia como reconocimiento a su trabajo como director y guionista de "Balada triste de trompeta" a buen seguro sabrán casi tan bien como el codiciado León de Oro. Y no pudo alzarse con él porque era Sofia Coppola la que recogía a manos de su expareja Quentin Tarantino el más codiciado de los premios del festival por su película "Somewhere". "Balada triste de trompeta" nos cuenta la historia de dos payasos (Antonio de la Torre y Carlos Areces) enfrentados por el amor de una trapecista de circo (Carolina Bang) durante los oscuros años del franquismo. En palabras del propio Álex de la Iglesia: "Me interesa el payaso como símbolo. Es una figura terrorífica fuera de contexto que tiene un 'link' con el sacerdote y el torero. Los tres llevan trajes de luces, los tres participan en un ritual de iniciación en el que hay un sacrificio... Es la película más difícil que he hecho, pero también de la que más orgulloso me siento".
La Copa Volpi al mejor actor fue a manos de Vincent Gallo por su trabajo en "Essential Killing", de Jerzy Skolimowski, un título que también se hizo con el premio Especial del Jurado, mientras que la mejor actriz del 62º Festival de Venecia fue Ariane Labe por 'Attenberg', la cual arrebataría el premio a las dos grandes favoritas del festival, Natalie Portman y Catherine Deneuve. Entre otros premios de la noche, la cinta turca "Cogunluk" se hizo con el galardón a la mejor Ópera Prima, mientras que el director Monte Hellman se llevaba el premio honorífico de la noche, aquel que reconocía el conjunto de toda su carrera.
Desde "Extrenos": ¡Enhorabuena!
Místico
12/09/2010
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