Partía como favorito en el "más que prestigioso" festival francés, pero sólo el domingo se confirmó lo que algunos ya esperaban: Javier Bardem recogía sonriente el premio al mejor actor por su papel en "Biutiful", el debut en solitario de Alejandro González Iñarritu. Un premio que no obstante tendría que compartir ex-aequo con el italiano Elio Germano, por su trabajo en "La nostra vita", y que el español no dudaría en dedicar a "mi amiga, mi amor" Penélope Cruz.
Un premio con sabor patrio que formaba parte de una selectiva lista coronada por un nombre con acento tailandés: Apichatpong Weerasethakul, el del realizador que el pasado 23 de mayo se convertía en el cineasta más feliz del momento al recoger, de manos de Tim Burton, la Palma de Oro por su película "Tio Boonme revive sus vidas pasadas", una fábula de bello toque visual que triunfó en un festival no exento de cierta polémica.
Y es que en el momento de hacerse entrega del premio al mejor director, galardón que finalmente iría a manos del francés Mathieu Amalric por "Tournée", el sector de la prensa que allí estaba presente no dudó en abuchear al jurado del festival, un jurado que otorgaba su Gran Premio a la francesa "Des hommes et des dieux", cumpliendo en cierto modo unos pronósticos que la daban como favorita casi desde el comienzo del certamen.
Juliette Binoche se convertía en la perfecta compañera de baile de Bardem y Germano al recoger el premio a la mejor actriz por su trabajo en "Copia conforme", un galardón que dedicaba muy sabiamente a "los hombres que me han amado y me han soportado", mientras que la chadiana "Un homme qui crie" de Mahmat-Saleh Haroun (premio del jurado) y la coreana "Poesía" (premio al mejor guión) se convertían en las otras privilegiadas que abandonaban el festival francés con un premio debajo del brazo. Unos reconocimientos que a buen seguro aumentarán el interés por unas cintas dificilmente comerciables de cualquier otra manera...
Místico
28/05/2010
Un premio con sabor patrio que formaba parte de una selectiva lista coronada por un nombre con acento tailandés: Apichatpong Weerasethakul, el del realizador que el pasado 23 de mayo se convertía en el cineasta más feliz del momento al recoger, de manos de Tim Burton, la Palma de Oro por su película "Tio Boonme revive sus vidas pasadas", una fábula de bello toque visual que triunfó en un festival no exento de cierta polémica.
Y es que en el momento de hacerse entrega del premio al mejor director, galardón que finalmente iría a manos del francés Mathieu Amalric por "Tournée", el sector de la prensa que allí estaba presente no dudó en abuchear al jurado del festival, un jurado que otorgaba su Gran Premio a la francesa "Des hommes et des dieux", cumpliendo en cierto modo unos pronósticos que la daban como favorita casi desde el comienzo del certamen.
Juliette Binoche se convertía en la perfecta compañera de baile de Bardem y Germano al recoger el premio a la mejor actriz por su trabajo en "Copia conforme", un galardón que dedicaba muy sabiamente a "los hombres que me han amado y me han soportado", mientras que la chadiana "Un homme qui crie" de Mahmat-Saleh Haroun (premio del jurado) y la coreana "Poesía" (premio al mejor guión) se convertían en las otras privilegiadas que abandonaban el festival francés con un premio debajo del brazo. Unos reconocimientos que a buen seguro aumentarán el interés por unas cintas dificilmente comerciables de cualquier otra manera...
Místico
28/05/2010
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