
Es posible que la saga haya perdido parte del clima y el ritmo con los que tan brillantemente fue iniciada la misma, es posible también que la intriga que envolvía todas y cada una de las secuencias de "Los hombres que no amaban a las mujeres" desapareciese para siempre con el segundo de los capítulos, pero esto no impide que esta tercera entrega se convierta en una cita absolutamente imprescindible, y no sólo porque la misma se hace necesaria para comprender toda la historia en su conjunto, sino especialmente porque gracias a ella conseguimos hacer justicia por fin al personaje de Lisbeth Salander, porque es ahora cuando empatizamos totalmente con una Salander sin velos, un personaje que nos fascinó desde su primera aparición y que no sólo se erige como absoluto protagonista de esta tercera entrega, sino que posee además la virtud de convertir al resto de personajes en meras comparsas tanto suyas como de su propia historia.
El mayor "pero" de este título quizá se encuentre en su propio ritmo: un ritmo lento que en ocasiones coquetea con el aburrimiento del espectador, sin embargo la contribución de esta cinta a toda la trilogía se convierte en algo verdaderamente indiscutible. "Millennium 3" es por tanto una cita ineludible. No brillante, tal vez ni siquiera lograda, pero absolutamente necesaria para valorar en su conjunto la obra "completa" del genio de Stieg Larsson.
Místico
29/03/2010
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