Este año se estrenó en la difícil tarea de presentar una de los acontecimientos televisivos más importantes del año, al mismo tiempo que lo que se viene ya considerando la gala más glamourosa de todo el planeta. Hugh Jackman ejerció de anfitrión en la gala de los Oscar y el resultado final fue tan satisfactorio que los responsables del evento no han dudado ni un sólo momento en ofrecerle de nuevo la presentación a él.Y es que tras unos años en los que la ceremonia iba notando la pérdida progresiva de espectadores y del interés general (en parte por la poca presencia de títulos comerciales, en parte por lo soporífero de alguna de las galas) el 2009 fue un año en el que se decidió hacer un lavado de cara a la misma, un intento de recuperar la audiencia perdida en la cual no sólo se modificó la forma de entregar algunos premios sino que también se apostó por una "cara nueva" en cuanto a su presentación se refiere. Allí apareció Hugh Jackman, un showman que supo aprovechar su momento regalándonos algunos instantes realmente memorables.
En 2010 la gala experimentará nuevos cambios, quizá el más importante de ellos sea el número de candidatas a levantar la estatuilla más codiciada de la noche (serán diez las nominadas a la mejor película), pero en cuanto a la presentación de la ceremonia los organizadores no han querido sorpresas. Toda una apusta segura la de un Jackman que demostró con la gala de este año que el cargo le viene como traje a medida. Ahora habrá que esperar al 7 de marzo para verle de nuevo subido al escenario del Kodak Theatre.
En pocos meses comienzan de nuevo las apuestas.
Místico
20/10/2009
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