Ayer fue domingo y, por tanto, día de cine para este cinéfilo incurable. La película elegida era sin duda el estreno de la semana: "X-Men Orígenes: Lobezno". Una precuela de la popular "X-Men" que nos presentaba a un personaje ya famoso en los comics de Marvel pero del que desconocíamos al paracer bastantes cosas. La excusa para hacer la película era buena, pero el resultado final a mí me pasó algo indiferente.Cierto es que el Lobezno que encontré en esta precuela me gustó, pues lo vi más humano y más próximo a lo que había visto hasta la fecha en la trilogía "X-Men", pero también es cierto que salvo algunos momentos interesantes de la cinta (vease la transformación en Lobezno o el giro argumental final en cuanto a la historia de amor se refiere) la vi bastante floja. Y quizá la culpa no sea del propio Lobezno, sino del resto de personajes que le secundan, que consideron no están para nada a la altura de lo que el universo "X-Men" nos ha ofrecido a lo largo de los años. Sus efectos especiales, por otro lado, no me parecieron en absoluto espectaculares (podría decir que en ciertos momentos los encontré incluso flojos).
Como puntos a favor destacaría el reencuentro con viejos conocidos, como es el caso del carismático Cíclope (en lo que también parecen ser sus orígenes) o el poder asistir en primera persona a los comienzos de la estrecha relación entre el Profesor X y algunos de los mutantes más "jóvenes". Del mismo modo, la historia de amor que aquí se cuenta no sólo resulta convincente, sino que en cierto modo incluso sorprende.
En definitiva, podría decir que "X-Men Orígenes: Lobezno" es una opción interesante para pasar un buen rato dentro de una sala de cine, pero tampoco aporta mucho más al universo Marvel que algunos tanto conocen... o al menos a mí, porque seguro que los fans de estos cómics habrán encontrado un buen número de guiños que a este cinéfilo místico seguro se le han escapado... Eso seguro.
Místico
04/05/2009
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