
Algo que deberían entender estos censores británicos es que lo que aquí se plasma es sólo una pequeña parte de la REALIDAD que desgraciadamente han de vivir miles de mujeres (y no pocos hombres) en sus ya destruídos hogares. Una realidad que con total seguridad es mucho más dura que aquello que podamos ver en cortos como éste. A cuadros me dejaron las declaraciones de los representantes de "Clearcast" (el organismo regulador de la publicidad en Reino Unido) cuando exigieron recortar las imágenes más duras del anuncio, indicando que si no se hacía de este modo no permitirían la emisión de tan "polémico" spot. Citando textualmente: "Resulta demasiado violento e impactante para el público".
A ver, "señores censores", flaco es el favor que le hacemos con esto a las mujeres maltratadas. Dejemos de esconder la cabeza como si fuésemos avestruces y mostremos la triste realidad tal y como es, que no por esconderla va a existir en menor medida.
Yo, de momento, aporto mi grano de arena y lo cuelgo aquí en su versión íntegra. Faltaría más...
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