En otros tiempos fueron los libros los que sirvieron de principal fuente de inspiración para el arte del cine. Las adaptaciones literarias, basadas en novelas u obras de teatro, eran de lo más habitual en los diferentes proyectos que se llevan a cabo por la gran pantalla. Durante muchos años esta fórmula funcionó perfectamente, pues el número de obras susceptibles de ser llevadas a las salas era tan grande que la fuente parecía casi inagotable. Sin embargo, tras varias décadas y centenares y centenares de títulos, las ideas parecían irse agotando y se hacía necesario acudir a nuevos recursos. Los superhéroes comenzaron a invadir nuestras pantallas y una nueva fuente cobró protagonismo: los cómics. Más recientemente, cuando Hollywood se vió inmersa en una de las mayores crisis de ideas que se conocen hasta la fecha, acudía a los videojuegos como último recurso par
a salvar unas producciones que ya empezaban a notar la bajada del interés general... Y esto fue así a lo largo de los años: diferentes fuentes de inspiración para crear nuevas historias y no echar mano de los fáciles remakes tan populares en el cine de los últimos años. Pero hace poco escuché una noticia (en realidad dos) que me hicieron tomar conciencia de la gravedad de la situación actual: los proyectos de llevar a la gran pantalla los juegos de mesa "Cluedo" y "Monopoly".No me he cansado de repetir a lo largo de diferentes post que el cine está atravesando una situación muy pero que muy delicada y noticias como ésta no sirven más que para subrayar lo anteriormente dicho. Cuando encima uno escucha que tras la adaptación del "Monopoly" se encuentra el nombre de Ridley Scott, los escalofríos no pueden ser ya mayores.
Creo que después de esto, poco más se puede añadir...
Místico
17/03/2009
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