27 abril, 2011

"Scream 4": Inteligente y sin complejos

Resulta más que evidente que pasados once años del final de una saga, cuando el público para el que fue concebida ha crecido y los intereses de la generación adolescente reinante han cambiado ostensiblemente, el simple hecho de devolverla a la actualidad resulta un gesto ciertamente loable.


Que "Scream 4" lo iba a tener difícil era algo que ya sabíamos y no sólo porque su público potencial, el mismo que deboraba la serie a finales de los años 90, comenzaba ya a peinar canas, sino muy especialmente porque contaba con un enemigo bastante más temible que el mismísimo Ghostface, un enemigo al que las anteriores entregas apenas tuvieron que hacer frente, pero que ésta se iba a encontrar de bruces y más crecido que nunca: la piratería en internet.

Difícil punto de partida y dos valientes de nombre Wes Craven y Kevin Williamson que se unían para dar continuidad a una saga mítica que se había hecho esperar algo más de una década. Y quizá lo más valioso de todo, lo que convertía a "Scream 4" en merecedora de todas las atenciones, no sólo era el haber recuperado al guionista original de la misma (ahora también metido en labores de producción), sino muy especialmente el reunir de nuevo a ese trio de actores sin los cuales esta continuación no tendría ya ningún sentido. Mucho se habló de las dificultades para dicho reencuentro, de las negativas de Neve Campbell a encarnar de nuevo el personaje de Sidney Presscott o de lo delicado de reunir a Courtney Cox y David Arquette tras su reciente divorcio, pero tras muchos meses de negociaciones, Craven y Williamson lo habían consiguido de nuevo: "Scream 4" contaría en 2011 con ese trío de ases que tanto carisma supieron imprimirle a la franquicia entera. Neve Campbell, Courtney Cox y David Arquette volvían a convertirse en Sidney Prescott, Gale Weathers y Dewey Riley y se erigían como los primeros espadas de una nueva entrega que ya no sabría sobrevivir sin ellos.

Visto este nuevo título, sólo de una cosa podemos estar seguros. Los fans de esta saga, aquellos jóvenes "noventeros" que deboraban palomitas al tiempo que Ghostface pasaba por cuchillo a todas sus víctimas quedarán más que encantados. Y es que "Scream 4" no sólo no ha perdido ni un ápice de ese estilo irónico, socarrón y autocrítico que otrora le caracterizase (quizá incluso más acusado en esta cuarta cinta), sino que mejora y en mucho a una tercera parte en la que se echó tremendamente en falta al bueno de Kevin Williamson. La trama se sostiene, los personajes mantienen su frescura y la vuelta de Ghostface (algo de por sí complicado de justificar) queda resuelta de un modo ciertamente brillante.

Una cinta que no pierde de vista que su momento de esplendor ya pasó, pero que posée la inteligencia suficiente para, lejos de acomplejarse por ello, utilizar este hecho en su mismo guión. Y es que Ghostface tiene que aprender a renovarse, a vivir en tiempos de móviles, videoblogs, redes sociales y acosos por internet. Ahora ya no lo tiene tan fácil como años atrás cuando asustaba a sus víctimas con una simple llamada teléfónica. Ahora son otros tiempos, ahora existen dos generaciones de "jóvenes" y es posible que Ghostface no atrape a los veinteañeros del siglo XXI, pero a aquellos que pasamos ya de la treintena nos tiene el corazón absolutamente ganado. Es una cuestión romántica...

¿Cuál es tu película de terror favorita?

Místico
26/04/2011

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