07 noviembre, 2009

"Millennium II": Bajando el nivel

Ayer salí del cine tras ver la segunda entrega de la saga Millennium ("Millenniun II: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina") y no pude evitar hacerlo decepcionado. Y no lo hice porque la historia que me contara esta vez Daniel Alfredson hubiese bajado de interés con respecto a la primera entrega (que posiblemente sí), sino especialmente porque considero que tanto el clima como el buen ritmo que se alcanzaron en la primera parte se habían perdido casi por completo en esta segunda. No sé hasta qué punto esto se debe al cambio de director o a la propia novela en la que se basa la película, pero soy bastante franco si digo que yo al menos en ciertos momentos de la cinta me aburrí.

Una historia demasiado compleja y entramada y pocas conclusiones las que se sacan en una segunda parte que sirve al menos para conocer más en profundidad al personaje más interesante de toda esta saga: Lisbeth Salander. Y es que una vez desvelados ciertos interrogantes de la primera parte y habiendo abierto otros de cara a la siguiente entrega, uno tiene la sensación de que la historia que nos está contando Larsson comienza a debilitarse preocupantemente. Secuencias innecesarias y resoluciones demasiado forzadas que denotan que quizá se haya puesto demasiado cartucho para tan poca dinamita.

De los actores nada que objetar, menos aún de una Noomi Rapace que vuelve a dejarnos a todos con la piel de gallina. Y es que... ¡qué difícil resulta hacer buena una segunda parte! Por mucho que esté concebida desde un primer momento y exista un libro como el de Stieg Larsson que por siempre la respalde...

Místico
07/11/2009

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si te has leído la trilogía comprenderás que por mucho empeño que se quiera poner en escena, desmerecerá al libro... Hay pocas buenas adaptaciones. Es difícil y más cuando se trata de volúmenes tan extensos y complicadas tramas... Yo solamente vi la primera adaptación y acabé dormida en el sofá :-/
Ire.A

Místico dijo...

Está claro que adaptar la trilogía de Larsson se antoja una empresa tremendamente compleja, pero creo que al menos la primera parte consiguió mantener mi interés en aquello que en la pantalla se me estaba contando. Si te dormiste con la primera entrega, no te recomiendo esta segunda. Creo que los bostezos ya podrían ser escandalosos.